Conócete a ti mismo (filosofando por Galicia)
La Ría de Muros Noia, razón y corazón para convertirse en el destino de moda en Galicia
La filosofía, como la poesía, requiere de un adecuado estado de ánimo; y en el ánimo de las personas los factores ambientales inciden de manera irresistible. Es difícil imaginar al desdichado Goethe escribiendo cuitas en un ruidoso andén del metro madrileño. Para compensar a los visitantes de la meseta, reconoceremos que las extensiones castellanas siempre han sido más adecuadas para la mística que nuestra orografía gallega, tan sobrada de matices. Pero esta vez vamos a hablar de un territorio gallego singular, un escenario donde la variedad y belleza del entorno no nos distraen, al contrario: refuerzan el sentimiento de hallarnos en un territorio eterno.
Vamos a contemplar la Ría de Muros Noia como si mirásemos dentro de nosotros mismos. Comencemos por el principio, aceptemos el aforismo griego: “conócete a ti mismo”. No es un mal principio: ¿qué has venido a buscar? Desconfía de destinos turísticos que te lo ofrecen todo.
Un destino turístico no es un bazar chino. Tampoco debe ser un recinto especializado, la vida no es un parque temático; pero sí que debe tener claro los principios esenciales de su identidad.
Demos un salto en el tiempo y empleemos un procedimiento analítico para desentrañar la esencia de esta ría. Descartes estaría contento.
Dos son sus elementos claves: autenticidad y sostenibilidad.
La autenticidad la percibimos con nuestros cinco sentidos: es sencillo reconocer a qué nos enfrentamos. Locke emplearía ensayo y acierto: estamos ante un territorio sin filtros, tal cual es. Lo sensible y lo inteligible se mezclan de igual a igual.
Platón se mostraría desconcertado a descubrir que su idea de un territorio ideal se encuentra frente a un territorio real. Pescados y mariscos se muestran tal como son, sin preparaciones que enmascaren sus sabores. Los museos no acogen creaciones, acogen tradiciones.
Si reflexionamos en el tiempo, recordaremos a Parménides: el ser es, el no ser, no es. Y está claro que la ría de Muros Noia es… y quiere seguir siendo.
Ahí encontramos el segundo elemento clave: la sostenibilidad. Este territorio se ha librado del desarrollismo aniquilador, y sabe que ese es su gran tesoro. Kant nos daría la razón, ya que de alguna forma seguimos los preceptos de su imperativo categórico: queremos que nuestra forma de entender el turismo responsable se convierta en ley universal. Para muchos ya es tarde, pero para esta ría no. Y es algo que disfrutarás desde tu llegada.
La cita latina es “primun vivere, deinde philosofare”. Pero aunque lo hemos dejado para el final, lo que te proponemos es vivir una experiencia extraordinaria en un territorio que se sabe eterno. Monta a caballo, desciende barrancos, navega, pero sabiendo dónde estás y qué representa este entorno. Heráclito no se bañaría dos veces en la misma playa, pues tendría docenas de opciones. Aprovecha nuestras propuestas de actividades y disfruta. Vete al monte Louro, haz senderismo por el Enxa; visita el museo minero de San Finx o el inigualable Castro de Baroña; sorpréndete en el museo de lápidas noiense o en los callejones de Muros. En definitiva: “Filosofa, pero vive”.
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